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EFE

Una etapa de 48 horas y 7.890 km por Arabia Saudí al asalto de Al-Attiyah y Benavides

El Dakar, rey de los rallies de resistencia, ultima ya los preparativos de una nueva edición que empieza este viernes y que transcurrirá por casi 7.900 kilómetros de Arabia Saudí, un país en el que pilotos de coches y motos buscarán asaltar a los vigentes campeones, Nasser Al-Attiyah y Kevin Benavides, aprovechando la etapa de 48 horas por el Empty Quarter, el desierto más inhóspito de la península Arábiga.

El primer gran evento deportivo del año -junto al torneo de Brisbane- reunirá a los grandes pilotos de coches, motos y quads en torno a la península Arábiga, donde el catarí Nasser Al-Attiyah quiere conseguir su sexto Touareg, el que sería su tercero consecutivo, y controlar las embestidas del español Carlos Sainz y de los franceses Stéphane Peterhansel y Sébastien Löeb, un grupo al que se une el brasileño Lucas Moraes, tercero el año pasado en su primera edición.

También quiere revalidar su tercer Dakar el argentino Kevin Benavides, aunque no está a su máximo nivel tras fracturarse en diciembre el peroné: en 2023, el argentino se llevó el trofeo a casa por apenas 43 segundos a costa del australiano Toby Price, su compañero de equipo, quien intentará redimirse no sólo de Kevin sino también de su hermano Luciano Benavides, quien se alzó con el título de campeón mundial de motos de rally raid, dejando sin premio a Price.

 

Llegar vivo al Empty Quarter y salir con opciones de allí

La acción no tardará en empezar: este mismo viernes los corredores probarán la arena del desierto durante un prólogo de apenas 157 kilómetros que testará las sensaciones de los más de 430 vehículos que compiten este año y que decidirá las posiciones de salida del sábado, la primera etapa.

En ella, el Dakar pondrá rumbo a Al Henakiyah en una etapa de 532 kilómetros que alejará a los participantes del mar Rojo y que los hará cruzar una zona desconocida de Arabia Saudí, antes de una segunda etapa con más de 662 kilómetros, 470 de ellos cronometrados, que recorrerá un terreno rápido excepto en el primer tramo, con treinta primeros kilómetros de dunas.

El rey de los rallys seguirá su camino hacia el sureste con otra larga etapa de 733 kilómetros -440 de competición y los demás de enlace- que llevará a los corredores hasta Al Salamiya. No tendrán respiro ni los motoristas ni los pilotos que rueden a cuatro ruedas puesto que el siguiente día la cuarta jornada partirá desde Al Salamiya para llegar a Al-Hofuf con 631 km incesantes y sin descanso.

Tras la quinta etapa, que llegará a Shubaytah en una corta especial de 118 kilómetros que se hará entre dunas, la carrera llega a su punto álgido antes del día de descanso que se desarrollará en Ryad. Durante 48 horas, los corredores se adentrarán en el Empty Quarter, de donde no saldrán hasta dos días después de entrar.

Los pilotos conducirán desde primera hora de la mañana y hasta las 16 horas por el mayor desierto de dunas de la península Arábiga, momento en el que se tendrán que detener en el área de descanso más cercana, del total de seis que hay. Allí, pasarán la noche junto a un equipo mínimo de acampada, comida suficiente y sin conexión. Por la mañana, volverán a ponerse el mono y a conducir por las dunas hasta llegar a Shubaytah y encarar el día de descanso.

Será el punto y final de una exigente primera semana, que decidirá gran parte de las aspiraciones de los corredores, que llegarán a Ryad para descansar el sábado y volverán a la competición el domingo, en una etapa larguísima de 873 kilómetros, 483 de los cuales serán cronometrados, para volver a Al Duwadimi.

 

Una penúltima etapa que lo puede cambiar todo

Desde allí, el lunes los pilotos encararán el trayecto hacia Ha’il en otra interminable etapa de 678 kilómetros y de allí hasta Al Ula, en otra inacabable jornada. En Al Ula, los pilotos volverán quedarse dos días, pues la décima etapa tendrá en la ciudad árabe su punto de inicio y de final.

Así, llegarán algo más descansados a la penúltima etapa, entre Al Ula y Yanbu, una de las más peligrosas del recorrido por el recorrido. Será la misma etapa que la segunda jornada del año pasado, donde, como ha comentado Sainz, "se decidió quién no podía ganar el Dakar", por lo que el rally raid aguardará el campeón hasta la última etapa.

Tras una etapa más corta, Yanbu coronará a los campeones de motos, quads, camiones, prototipos ligeros y coches. El favorito para los quads es el francés Giroud, que, como Al-Attiyah, acumula dos triunfos seguidos en la carrera, aunque sus grandes rivales, el lituano Laisvydas Kancius y el argentino Manuel Andújar, no se lo quieren poner fácil.

Conseguir ese preciado Touareg es también el objetivo de la española Cristina Gutiérrez, quien quedó tercera el año pasado en T3 -ahora Challenger- y que quiere acabar su paso por la categoría con un triunfo en la general, lo mismo que el chileno Francisco "Chaleco" López, que busca una victoria tras su quinta posición el año pasado, aunque para ello tendrán que arrebatar el Touareg al estadounidense Austin Jones.

Algo más abierto está en la categoría de camiones, donde el neerlandés Van Kasteren quiere revalidar el triunfo. Para ello, deberá derrotar a sus compatriotas Martin y Mitchel Van den Brink y también a los checos Ales Loprais, y Martin Macik, que monopolizan casi la totalidad de los 'trucks' de este año.

Más allá de lo meramente deportivo, la prueba también pone en marcha el Dakar Future Mission 1000, un “laboratorio” para conocer cómo reducir emisiones en el rally. Esta nueva categoría, que cuenta con diez vehículos inscritos, permite a los corredores recorrer unos cien kilómetros diarios al margen de las etapas del rally hasta alcanzar un total de 1.000 kilómetros, con el objetivo de estudiar cómo hacer de esta carrera un rally raid más sostenible.

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